Este incremento, que se llevará a cabo en dos etapas durante el mes de mayo, representa un fuerte golpe en el bolsillo de los usuarios.

El primer aumento, que entrará en vigencia el próximo viernes 10 de mayo, será del 360%, elevando el costo del boleto de $125 a $574. Apenas dos semanas después, el 25 de mayo, se implementará un segundo aumento del 16%, llevando el precio del servicio a $667. Además, en junio se espera un tercer incremento que situará el valor del boleto en $859.

Estos aumentos se justifican como parte de un plan para reducir el gasto en subsidios, aunque cabe destacar que el aumento programado para abril no pudo llevarse a cabo, resultando en dos incrementos consecutivos durante mayo.

A pesar de estos aumentos, se mantendrán los abonos y descuentos para estudiantes, jubilados, personas trasplantadas y otros grupos. Además, se ofrecen beneficios para pasajeros frecuentes, como una reducción en la tarifa a partir del viaje número 21 y descuentos adicionales para usuarios registrados en la Red SUBE.

Sin embargo, para aquellos usuarios sin SUBE registrada, el costo por viaje se elevará significativamente a partir de abril, alcanzando los $859,07. Esta situación plantea un desafío adicional para quienes dependen del transporte público en la Ciudad de Buenos Aires.

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