Ericka Torrico, eligió estudiar Bioquímica para seguir los pasos de su tía. Sabía que para solventar la carrera necesitaba trabajar y consiguió que la tomaran en un restaurante de Once. Pero las condiciones no eran las mejores: no estaba registrada y le costaba compatibilizar el estudio con la demanda laboral.

Por eso, no dudó cuando apareció la oportunidad de ingresar a trabajar a la cadena de comida KFC. Se anotó y cuatro días después tuvo la primera entrevista. Hoy es parte del Plan Empleo Joven, mediante el cual el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires paga parte de su salario.

Este trabajo me da flexibilidad horaria para poder estudiar. Además, me permitió perder la timidez y aprender a cómo manejarme con las personas en la atención al público”, cuenta Ericka, de 22 años. Vecina de La Boca, viaja hasta la sucursal del Abasto Shopping y de ahí hasta la Universidad de Morón, donde cursa cinco veces por semana el tercer año de Bioquímica.

La historia de Ericka refleja las dificultades que afrontan quienes buscan ingresar al mercado laboral formal. Ante ese panorama, el Gobierno porteño, a través del Ministerio de Desarrollo Económico y Producción, que dirige José Luís Giusti, busca incentivar la contratación de vecinos de entre 18 y 24 años, para que 10 mil jóvenes logren insertarse en el mercado laboral en 2023.

Como parte de la iniciativa, la Ciudad brinda una asistencia económica mensual para solventar por 12 meses, de forma exclusiva y parcialmente, el pago del salario.

“Desde la Ciudad tenemos como principal objetivo crear más y mejores empleos para los jóvenes. Esta iniciativa propone un trabajo conjunto entre el sector público y privado para promover la inclusión laboral y la igualdad de oportunidades”, sostuvo Giusti.

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