El Gobierno porteño enviará un proyecto a la Legislatura para prohibir a los trapitos y limpiavidrios en la Ciudad. Están previstas sanciones para quienes exijan dinero por cuidar coches y el castigo será doble si la conductora es mujer.
En varias oportunidades fue tratado el tema de los trapitos, sin éxito, ya que la Legislatura porteña no dio los votos necesarios para sancionar la ley, pero ahora se presentará un proyecto de modificación del Código Contravencional, para sancionar a quienes ofrezcan el servicio de estacionamiento o de limpieza de vidrios en la calle.
Las modificaciones se enmarcan en una serie de propuestas que apuntan a aumentar la autonomía de las mujeres en la Ciudad, para que puedan usar el espacio público en las mismas condiciones de seguridad que los hombres.
El Código actual establece sanciones sólo para quienes exigen una retribución por el cuidado del vehículo en la vía pública sin autorización. Esto presenta un problema: hay que probar que el cuidacoches realmente demandó el dinero y no que simplemente pidió una propina. Como para eso es necesario que la víctima presente la denuncia y reunir otros elementos como declaraciones de testigos o videos, la mayoría de las causas termina en nada. A partir del cambio en la ley, el solo hecho de ofrecer el cuidado del auto será suficiente para una sanción. De hecho, la Policía podrá labrar actas si encuentra in fraganti a los trapitos en la calles.
El proyecto crea una figura nueva en el Código: el de limpiavidrios sin autorización legal, que son todos los que trabajen en la calle. Los únicos habilitados son los que limpian vidrios en calidad de empleados de lavaderos o de estaciones de servicio.
El texto también prevé sanciones dobles si el limpiavidrios o el cuidacoches ofrece sus servicios a una mujer. “Es muy difícil para nosotras pararnos y decirles ‘no’ a los cuidacoches o limpiavidrios, porque nos sentimos intimidadas, por eso la sanción en este caso es doble”, explicó la ministra de Desarrollo Humano, Guadalupe Tagliaferri.
El proyecto plantea sanciones dobles también en los casos en que los oferentes del servicio de limpieza de vidrios o de cuidado de coches sean dos o más personas. “Esto apunta a algunos escenarios en los que opera una organización y una mafia asociada a esa actividad”, precisó Straface.
Fuentes del Gobierno porteño también anunciaron que trabajarán en conjunto con la Cámara de Garajes de la Ciudad (CAGESRA) para inscribir en una bolsa de trabajo a los trapitos sancionados, los cuales tendrán prioridad para trabajar cuando se incorpore personal en las playas de estacionamiento. Además, junto a esa cámara se ofrecerán cursos para insertarse en el mercado laboral formal.
La propuesta de reforma al Código también pretende prohibir las pegatinas de oferta sexual. Las empresas que figuren en esos stickers podrán ser sancionadas y hasta clausuradas.
El resto de las modificaciones planteadas también apuntan a aumentar la autonomía de las mujeres. Una de ellas es duplicar las penas cuando las víctimas de acoso sexual sean mujeres o niños, o cuando los agresores sean dos o más personas.
También se introduce la figura del ciberacoso, dentro de la cual se enmarca la difusión online de imágenes o grabaciones íntimas sin consentimiento de todos los involucrados, también conocida como “porno venganza”. El proyecto plantea agravar las sanciones previstas por hostigamiento cuando este sea llevado adelante por medios digitales.