Este viernes desde las primeras horas del día, la Autopista Riccheri —una de las principales vías de ingreso y egreso de la Ciudad de Buenos Aires— se encuentra con importantes demoras en el tránsito debido a una protesta encabezada por trabajadores del peaje. La manifestación tiene lugar a la altura del Mercado Central, en el tramo con dirección hacia la Provincia de Buenos Aires, aunque sus efectos también se sienten en el sentido opuesto, es decir, hacia la Capital Federal.

El foco de conflicto se generó a raíz de la finalización del contrato de concesión que hasta hace pocos días mantenía la empresa Caminos del Río Uruguay S.A. (CRUSA), y el posterior traspaso del control de los peajes a Vialidad Nacional. Esta transición, que forma parte de una reestructuración más amplia en el esquema de administración de rutas nacionales, dejó en una situación de incertidumbre a cientos de trabajadores que ahora reclaman por la continuidad de sus fuentes laborales.

Desde las 6 de la mañana, los empleados comenzaron la protesta mediante una modalidad particular: la liberación del peaje, es decir, no se cobra tarifa alguna a los vehículos que transitan por el lugar. Aunque esta medida podría parecer beneficiosa para los conductores, lo cierto es que el conflicto generó una reducción en la cantidad de vías habilitadas, lo que derivó en un embotellamiento considerable.

La postura del sindicato

Florencia Cañabate, secretaria general del Sindicato Único de los Trabajadores de los Peajes y Afines (SUTPA), brindó declaraciones radiales en las que explicó con detalle los motivos de la manifestación y su modalidad. “Hay cuatro vías cerradas, pero el tránsito puede circular por las otras 14. No estamos cortando la autopista, estamos trabajando desde nuestro lugar de siempre”, sostuvo en diálogo con Urbana Play.

Asimismo, la dirigente sindical subrayó que la protesta no busca entorpecer la circulación de los usuarios, sino visibilizar una situación crítica que atraviesan quienes se desempeñan en el ámbito de los peajes: “No somos de cortar rutas ni generar caos, pero entendemos que la mejor forma de hacer escuchar nuestro reclamo es desde nuestro puesto de trabajo”.

El eje de la protesta, según detalló Cañabate, reside en la “imprevisibilidad” y “falta de responsabilidad” con la que se manejó el proceso de traspaso de la concesión. En ese marco, acusó al Estado de no haber brindado soluciones ni alternativas concretas para garantizar la continuidad laboral de cientos de empleados que quedaron en un limbo contractual.

El problema de fondo: privatización y traspaso de Corredores Viales

De acuerdo con los referentes gremiales, la actual situación es una consecuencia directa del proceso de privatización y desguace de Corredores Viales, la empresa estatal que hasta ahora gestionaba gran parte de las rutas nacionales. Según Cañabate, alrededor de 500 trabajadores en todo el país se encuentran hoy en día “sin trabajo, sin indemnización y sin certezas sobre su futuro laboral”.

La sindicalista explicó que durante meses se les prometió una “transición ordenada” en la que serían absorbidos por la nueva estructura administrativa. Sin embargo, al concretarse el traspaso a Vialidad Nacional, esa promesa no se materializó. “Nos encontramos con que muchos compañeros fueron simplemente descartados. No se los tuvo en cuenta, no se los indemnizó ni se les ofreció continuidad laboral”, afirmó.

Además, desde el sindicato advierten que este modelo de traspaso sin garantías sienta un precedente preocupante, y podría replicarse en otras áreas del Estado que actualmente están bajo revisión en el marco del plan de recorte impulsado por el gobierno nacional.

Repercusiones en el tránsito

Mientras tanto, la circulación vehicular en la Autopista Riccheri permanece afectada, aunque no completamente detenida. Si bien los manifestantes aseguran que la protesta se desarrolla sin bloqueos, la reducción en la cantidad de cabinas habilitadas provoca una acumulación importante de vehículos, sobre todo en las primeras horas del día, cuando la autopista es intensamente utilizada por quienes ingresan a la Ciudad de Buenos Aires para trabajar o realizar trámites.

Muchos conductores se mostraron confundidos por la liberación del peaje combinada con las demoras. Algunos incluso pensaron que se trataba de un corte total, aunque al avanzar comprobaron que el tránsito fluía, aunque de forma lenta. Las redes sociales, por su parte, se hicieron eco del reclamo y del estado de la autopista, generando una amplia discusión sobre los derechos laborales frente a las medidas de fuerza y su impacto en la vida cotidiana de los ciudadanos.

Qué dice el Gobierno

Hasta el momento, las autoridades de Vialidad Nacional no emitieron un comunicado oficial con respecto al reclamo de los trabajadores. Sin embargo, fuentes cercanas al organismo aseguraron que la transición de la concesión “se encuentra en curso” y que “se están evaluando alternativas para absorber a parte del personal afectado”, aunque sin brindar precisiones ni garantías concretas.

En tanto, desde el Ministerio de Infraestructura, que tiene injerencia directa en el diseño y control del nuevo esquema de gestión de rutas, se limitaron a informar que “el proceso de traspaso responde a una política de ordenamiento y eficiencia”, sin mencionar directamente la situación de los trabajadores desplazados ni las consecuencias sociales que acarrea.

Posibles próximos pasos

Desde SUTPA no descartan nuevas medidas de fuerza si no obtienen respuestas por parte del Gobierno en el corto plazo. Según manifestó Cañabate, el conflicto no se limita únicamente a la Autopista Riccheri, sino que podría extenderse a otros puntos del país donde también se registran situaciones similares con trabajadores desplazados.

“Estamos unidos como gremio y no vamos a permitir que se pierdan más puestos de trabajo. No es un reclamo sectorial, es una cuestión de dignidad y de defensa del trabajo argentino”, concluyó la secretaria general del gremio.

La protesta en la Riccheri podría replicarse en otros corredores viales durante los próximos días si no hay avances significativos en las negociaciones. Mientras tanto, los automovilistas deberán estar atentos al estado del tránsito y buscar rutas alternativas para evitar demoras.

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