
Un hombre de 48 años fue detenido por la Policía de la Ciudad en el barrio porteño de Las Cañitas luego de haber intentado asaltar un comercio de indumentaria femenina, en un hecho que rápidamente activó el protocolo policial por tratarse de un delincuente que, además, ya era buscado por otro episodio de características similares. De acuerdo con las investigaciones posteriores, el mismo sujeto había cometido, días antes, un violento robo en una peluquería cercana, lo cual terminó de sellar su vinculación con una seguidilla de hechos delictivos en la zona.
El intento de robo que desencadenó su detención ocurrió en un local ubicado en la calle Gorostiaga al 1500, donde el individuo ingresó de manera sorpresiva, sin mediar palabra ni exhibir armas, pero con una actitud sumamente agresiva. Según el relato de testigos y de la víctima, apenas traspasó la puerta del comercio, el atacante tomó violentamente del cabello a una clienta que se encontraba en el interior y se dirigió directamente hacia la caja registradora con la aparente intención de sustraer el dinero del lugar.
Sin embargo, al no poder abrir el sistema de cobro ni acceder al efectivo, el delincuente optó por huir rápidamente, generando momentos de tensión tanto entre el personal del negocio como entre los peatones que transitaban la zona al momento del hecho. Fue entonces cuando se activó la intervención policial, gracias al llamado inmediato al 911 por parte de los presentes.
A partir de la alerta, efectivos de la Policía de la Ciudad desplegaron un operativo cerrojo en las inmediaciones, logrando ubicar al sospechoso a tan solo tres cuadras del lugar del intento de robo. La persecución a pie culminó en la calle Maure al 1700, donde el hombre fue finalmente reducido y detenido. Según detallaron las fuentes policiales, el arresto se realizó sin que el sujeto opusiera mayor resistencia, aunque al momento de la captura se encontraba alterado y con signos de violencia.
Una vez trasladado a la comisaría correspondiente, y tras realizar las primeras averiguaciones de rigor, los investigadores constataron que el detenido ya era intensamente buscado por otro asalto, ocurrido días antes en la misma zona. El antecedente al que se hace referencia data del pasado 29 de abril, cuando una peluquería fue escenario de un robo particularmente agresivo, en el que la víctima —la propietaria del local— fue brutalmente golpeada, arrastrada por el suelo, encerrada en el baño y despojada de sus pertenencias. En ese hecho, el delincuente logró escapar llevándose una suma de aproximadamente 500 mil pesos y un teléfono celular, todo bajo la atenta mirada de las cámaras de seguridad del establecimiento.
Ambos hechos —el intento de robo al local de ropa y el atraco consumado en la peluquería— quedaron registrados en sistemas de videovigilancia privados, lo cual permitió no solo verificar la identidad del agresor, sino también establecer una clara conexión entre los dos episodios. Las imágenes revelaron coincidencias en la vestimenta, el modus operandi y hasta en los rasgos físicos del autor, confirmando así su participación en ambos actos delictivos.
Las pruebas recolectadas fueron puestas a disposición de la Justicia Nacional en lo Criminal y Correccional, más precisamente bajo la intervención del Juzgado N.º 6, a cargo de la jueza Dra. Provítola, quien ordenó la imputación del acusado bajo la carátula de “tentativa de robo” por el hecho más reciente, además de sumar los cargos correspondientes al caso anterior.
Fuentes judiciales indicaron que, debido a la violencia ejercida en ambos robos y al carácter reincidente del accionar delictivo, la situación procesal del detenido es particularmente compleja. Se prevé que en las próximas horas se le tome declaración indagatoria y se evalúe la posibilidad de solicitar su prisión preventiva, considerando los riesgos de fuga y la peligrosidad demostrada en sus intervenciones previas.
Por otro lado, las autoridades confirmaron que no se descarta que el sospechoso esté vinculado a otros hechos similares ocurridos en la zona en las últimas semanas, por lo que se solicitó la revisión de grabaciones de cámaras de seguridad de distintos comercios y domicilios particulares en Las Cañitas y barrios linderos. De hallarse nuevas evidencias, se podrían sumar más imputaciones en su contra.
Este caso reaviva el debate sobre la seguridad en zonas comerciales altamente transitadas, como lo es el corredor de Las Cañitas, un área que combina locales gastronómicos, tiendas de ropa y servicios de belleza, y que suele tener alta circulación de vecinos y turistas. Comerciantes de la zona manifestaron su preocupación tras conocerse el episodio y exigieron mayores controles preventivos, más presencia policial en horarios críticos y mejor coordinación entre fuerzas de seguridad y la comunidad local.
En ese sentido, voceros del Ministerio de Seguridad porteño aseguraron que se están evaluando medidas para reforzar los patrullajes y mejorar la respuesta ante emergencias. También se anunció una próxima reunión entre autoridades policiales y representantes de centros comerciales barriales para intercambiar propuestas y definir estrategias conjuntas.
Mientras tanto, el detenido permanece bajo custodia y a disposición de la Justicia, mientras se avanza con la causa judicial que podría derivar en un proceso penal con varios cargos en su contra. La expectativa de los investigadores es que en los próximos días se logre esclarecer si actuaba solo o si integraba una banda dedicada a robos a comercios.
La ciudadanía, por su parte, sigue con atención los avances del caso, exigiendo no solo justicia para las víctimas, sino también acciones concretas para prevenir hechos delictivos similares en el futuro.