La Plaza Francisco Seeber, ahí en el cruce de las avenidas Del Libertador y Sarmiento, se llenó de fútbol y de gente al igual que viene ocurriendo desde que empezó el Mundial de Qatar. Hoy Argentina tenía que ganarle a Polonia y lo hizo sin titubear por 2 a 0, a pura autoridad y buen juego, en uno de los partidos más importantes de sus últimos tiempos.
Por eso el esperado desahogo compartido de las 20 mil personas que estuvieron en Palermo, de grandes a chicos, de familias enteras, también de turistas, y del propio jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, quien acompañó a la multitud a puro grito por Messi y los suyos. Justamente Leo, pese a errar un penal cuando terminaba el primer tiempo, tuvo una destacada actuación y recibió ovaciones al por mayor.
Fue, en definitiva, un triunfo con goles de Alexis Mac Allister y Julián Alvarez que permitió: terminar arriba en el Grupo C, lograr la clasificación a octavos de final donde Australia será el próximo rival (sábado, a las 16) y, como si fuera poco, volver a sacar la chapa de candidato que había quedado en duda tras la derrota del debut ante Arabia Saudita.
Se vivió, a no dudarlo, una verdadera fiesta este miércoles en la pantalla gigante de BA Emoción Mundial y en cada rincón de la Ciudad. Hubo bocinazos tras el pitazo final y el clásico himno “que de la mano, de Scaloni…” se instaló en medio de los nubarrones de un día sofocante.