Desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, a cargo de Eduardo Macchiavelli, contrataron a la empresa Mckinsey donde trabajaron Lopetegui y Quintana para la realización de un listado de veredas rotas en la Ciudad de Buenos Aires y para que sugieran qué hacer con ellas.
La Comunera Frente para la Victoria (Comuna 13) Julieta Costa Díaz hizo llegar a nuestra Redacción el presente informe que ponemos en conocimiento de nuestros Lectores.
Sin ponerse colorado, el Ministro de Espacio Público, el cajero de Larreta: Eduardo Macchiavelli, contrató a través de una Licitación Privada donde hubo una sola oferta, la de la ganadora Mckinsey Argentina. En esta empresa se conocieron Lopetegui y Quintana – los ojos de Macri – tal como los definiera el propio presidente de la Republica.
El 23 de enero de este año firmaron la disposición desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público para la contratación del “SERVICIO DE CONSULTORIA PARA OPTIMIZAR EL MANTENIMIENTO DE LAS VEREDAS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES” por un monto de $14 millones. Claro que la forma de contratación no fue por licitación pública, sino por licitación privada. Aunque lo repetimos una y mil veces, durante la gestión del PRO CAMBIEMOS en la Ciudad de Buenos Aires, el llamado a licitación privada es una de las menos transparentes y al igual que la contratación directa, su utilización debe ser en casos muy puntuales como emergencias que impidan el normal desarrollo de una licitación pública.
En la licitación privada la discrecionalidad del que contrata es muy amplia, ya que es él mismo el que invita a las empresas que a su gusto deben a participar de la compulsa. Cabe mencionar que la gestión de Mauricio Macri (primero) y (ahora) la gestión de Horacio Rodríguez Larreta han aumentado los topes para la contratación directa y la licitación privada en forma exponencial llevando a las cifras más altas de todo el país; todo por Decreto. Para dar un ejemplo, durante el 2015 el 70% de las contrataciones en la Ciudad de Buenos Ares se hicieron por contratación directa.
Cabe aclarar que según la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en su Artículo N° 128 y la Ley Orgánica de Comunas N° 1777 en su Artículo N° 10, las Comunas tienen como competencia exclusiva la planificación, ejecución y control de los trabajos de mantenimiento urbano de las vías secundarias. Es decir, que la reparación y el mantenimiento de las veredas es competencia exclusivísima de las comunas. Pero esto parece no importarle a Macchiavelli.
Algunos detalles de la contratación. ¿Qué dice el pliego?
Con un pliego más que escueto, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público resuelve todo en media carilla, y dispone de 14 millones para una empresa sin demasiadas precisiones, entre ellas: “La consultora ganadora de la licitación deberá realizar un diagnóstico preciso y detallado del estado de las veredas de la Ciudad.”
El PRO Gobierna la Ciudad de Buenos Aires hace más de 9 años, que a esta altura no tenga un diagnóstico de las veredas es, en el mejor de los casos, un ejemplo de mala gestión. Hay que recordar que el Ministro que llamo a esta contratación, Eduardo Macchiavelli, pagó a dos empresas fantasmas 64 millones de pesos para la reparación de determinadas veredas. A su vez, quien ocupo durante un largo periodo de tiempo, el mismo cargo que Maccihavelli es actual Vicejefe de Gobierno, Santilli. O sea, según Machiavelli, Santilli no dejó durante su larga gestión un diagnóstico adecuado de las veredas de la Ciudad.
“La Consultora deberá proponer un nuevo modelo de gestión de la reparación y restauración de veredas”.
Otra vez, después de los largos 9 años al frente de la Ciudad se dieron cuenta que había que tener un nuevo modelo para la reparación y restauración de las veredas como si hubieran asumido ayer no más. Pero lo más grave de todo esto es que la consultoría, si sirviera para algo, no llevaría a ningún resultado de implementación inmediata. Veamos porque…
Horacio Rodríguez Larreta y Eduardo Macchiaveli aprobaron los pliegos para llamar a licitación por un monto de $ 1.300 millones para la rehabilitación y mantenimiento de las veredas de la Ciudad de Buenos Aires por un plazo de 2 años en diciembre del año pasado. Es decir que, el modelo de gestión de la reparación de veredas ya está definido, por lo menos por estos dos años que viene por delante. Y si hacen lo mismo que con los contratos anteriores el contrato dura 3 años, porque existe la posibilidad de extenderlo. Vale la pena señalar que en este punto, contra lo que prescribe la ley, han acortado todo los plazos licitatorios. Esta situación favorece a las empresas que ya vienen prestando servicios, como SES SA del hermano de la vida del Presidente Macri, Nicolás Caputo.
Para todas estas tareas tienen 90 días, parecería un plazo exiguo para relevar 49020 veredas que posee aproximadamente la Ciudad, pero un plazo más que suficiente para hacer un buen negocio privado con la plata pública, a razón de 150 mil pesos diarios.
EL Cinismo como modelo de Gestión.
Para fundamentar este contrato, que desde antes de su publicación tenía como destinatario a Mckinsey, desde el ministerio que dirige Eduardo Macchiavelli, sostienen que “el Gobierno de la Ciudad de Buenos aires desea revisar el modelo actual de gestión de veredas con el objetivo de mejorar la experiencia de los ciudadanos” y que “En el 2016, GCABA invirtió $831.000.000, para tener veredas en buen estado, sin embargo el resultado de las mismas no es el deseado. Y de proyectarse similar inversión a futuro no implicaría un cambio significativo respecto del estado actual” con tal de entregar esta contrato a una empresa amiga, llegan al extremo de, a pesar de la enorme masa de dinero invertido, reconocer que la gestión es paupérrima y el estado de las veredas deplorable, situación que sabe cualquier laburante de pie que transita nuestra Ciudad.
Mckinsey, una empresa bien CAMBIEMOS
En las dos oleadas neoliberales que soporto nuestro país llegaron al Ministerio de Economía los ultraliberales Chicago Boys; la primera del 76 al 83 durante la dictadura Cívico Militar, junto al nefasto Martínez de Hoz y luego volverían a la gloria con el periodo 89 – 2001. Estos tenían como receta central la toma de deuda, altas tasas de desocupación que bajaran la inflación y el enfriamiento de la economía. La Universidad de Chicago funcionaba como una colocadora de funcionarios en los gobiernos de América Latina. Podríamos decir que en esta nueva etapa neoliberal se va de los Chicago Boys a los Mckinsey boys. Los dos principales Mckinsey boys, son Gustavo Lopetegui y Mario Quintana los verdaderos ministros de economía del gobierno de Cambiemos, ambos tuvieron prominentes carreras dentro de la consultora norteamericana. La empresa saltó a la fama en nuestro país en 2016 cuando el Ministro Aguad utilizo a ARSAT, cuya regulación está exenta de las cargas públicas para contratar, para evitar licitaciones publica transparentes y a través de una Contratación Directa se le pagara a la empresa más de 800 mil dólares por la construcción de un marco regulatorio para el desarrollo y la innovación en TIC (Tecnología de la Información y la Comunicación). Esto lo explico muy bien el periodista Fernando Krakowiak.
El tercer Mckinsey Boy es su director en la Argentina, Francisco Ortega, integrante de los equipos de la Fundación Pensar y del G25 un grupo que dirigen Bullrich y Dietrich; todo un cuadro militante de Cambiemos. Justamente Guillermo Dietrich cuando era Secretario de Transporte de la Ciudad le entrego a Mckinsey una contratación directa por más de 9 millones de pesos por 4 meses de trabajo para evaluar y proponer modernizar los “sistemas de señalización luminosa”, en criollo: los semáforos.
Mckinsey cumplió 25 años en nuestro país en el 2016. Para festejarlo hicieron una fiesta en un lugar donde sería difícil de alquilar para un cumpleaños de 15, el Teatro Colon. No figura en ningún documento público cómo esta multinacional accedió a contar con tal lugar para llevar adelante su celebración, de la que participaron Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta. Al festejo asistió el CEO mundial de la Compañía Dominic Barton, que su paso por nuestro país nos dejó un consejo que ya se hizo realidad “en primera instancia, liquiden el tema con los holdouts.” Mckinsey tiene un instituto de investigaciones que el 2015 reconoció que argentina era uno de los países que más se habían desendeudado, por lo cual Barton nos dio el segundo consejo que ya está en práctica “se pueden dar el lujo de tener un poco más de endeudamiento a nivel nacional y para el largo plazo” y que la fiesta la paguen otros.
En esa fiesta privada en un lugar público, Mckinsey presentó un librito en el que escriben entre otros, Marcos Aguinis, María Eugenia Vidal, Mauricio Macri, Facundo Manes. El libro está destinado a 1500 líderes mundiales para que inviertan en la Argentina, se llama “Reimaginando Argentina”. También escribe Horacio Rodríguez Larreta y en su artículo la publicación reza “Pocos conocen como él sus calles (en referencia a la Ciudad), que camina incansablemente”.
Macchievelli y la propia Mckinsey contradicen su publicación, nos costara 14millones de pesos que el Jefe de Gobierno conozca sus calles.