Un operativo policial llevado a cabo esta semana en el barrio Zavaleta, en la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires, permitió la detención de un presunto dealer que operaba en ese asentamiento y que estaba siendo investigado desde hacía varios meses. Durante el procedimiento, las autoridades secuestraron más de seis kilos de estupefacientes, varias armas de fuego, municiones y una gran cantidad de dinero en efectivo, producto presuntamente de la venta ilegal de droga.

La acción fue ejecutada por personal de la Policía de la Ciudad, específicamente por la División Antidrogas Sur, en conjunto con la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N.º 31, a cargo del doctor Mauro Tereszko, quien ordenó la irrupción tras reunir pruebas suficientes contra el sospechoso.

La investigación y el allanamiento

La pesquisa comenzó meses atrás, cuando vecinos de la zona realizaron denuncias anónimas advirtiendo movimientos sospechosos en un domicilio del interior del barrio Zavaleta, ubicado entre los límites de los barrios porteños de Barracas y Nueva Pompeya. A partir de allí, se iniciaron tareas de inteligencia y vigilancia encubierta, mediante las cuales se pudo determinar que en el lugar operaba un punto de venta de droga al menudeo con un flujo constante de compradores.

Con la información recabada, el fiscal solicitó al juez de turno la correspondiente orden de allanamiento, que fue ejecutada en las últimas horas. Al ingresar a la vivienda señalada, los efectivos hallaron al principal sospechoso, un hombre de 34 años con antecedentes penales, quien intentó resistirse pero fue rápidamente reducido.

Qué encontraron los agentes

El resultado del operativo fue significativo. En el interior del domicilio, los uniformados encontraron más de seis kilos de droga distribuidos en diferentes formatos: cocaína fraccionada, marihuana compactada en ladrillos y dosis ya preparadas para la venta, listas para su distribución. Según los peritajes realizados por el personal de narcocriminalidad, se estima que la droga secuestrada tendría un valor en el mercado ilegal superior a los 15 millones de pesos.

Pero eso no fue todo. Además de los estupefacientes, se incautaron dos armas de fuego —una pistola calibre 9 milímetros y un revólver calibre .38— con sus respectivas municiones, así como también varios celulares utilizados para la coordinación de las entregas y comunicaciones con los clientes.

También se encontró una suma considerable de dinero en efectivo: más de dos millones de pesos en billetes de distintas denominaciones, que se presume serían producto de la actividad ilícita del detenido. El dinero estaba oculto en distintos compartimentos de la vivienda, incluso dentro de electrodomésticos.

Perfil del detenido

El sujeto apresado es un hombre argentino, cuya identidad no fue revelada por cuestiones judiciales, pero que ya contaba con antecedentes por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, además de estar vinculado a una causa por portación ilegal de armas de fuego. Según informaron fuentes de la investigación, se trataría de un eslabón importante en la red de narcomenudeo que opera en el barrio Zavaleta, aunque aún se intenta determinar si actuaba solo o como parte de una organización más amplia.

Los investigadores no descartan que el detenido tuviera vínculos con bandas delictivas que operan en la zona sur de la ciudad y que utilizan los asentamientos como base de operaciones para dificultar el accionar de las fuerzas de seguridad. En ese contexto, la fiscalía no descarta nuevas órdenes de allanamiento y posibles detenciones en las próximas semanas.

El avance del narcomenudeo en barrios vulnerables

El caso pone nuevamente en foco la problemática del narcomenudeo en barrios populares, donde la falta de presencia estatal y las condiciones socioeconómicas críticas generan un terreno fértil para el crecimiento de economías ilegales. En estos contextos, muchas veces los jefes narcos se presentan como referentes barriales, ganando cierta legitimidad a fuerza de repartir dinero, favores o protección.

Desde el Ministerio de Seguridad porteño remarcaron que se viene trabajando de forma articulada con la Justicia para desarticular los puntos de venta de droga, priorizando aquellas zonas más conflictivas. “No vamos a permitir que los vecinos sigan siendo rehenes de estos delincuentes. La droga destruye familias y perpetúa la violencia en los barrios”, afirmaron voceros de la cartera.

El destino de la causa

Tras el allanamiento y la detención, el hombre fue trasladado a la alcaidía correspondiente y quedó imputado por los delitos de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización y tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil y de guerra, delitos que contemplan penas de hasta 15 años de prisión. Por el momento, el fiscal Tereszko solicitó la prisión preventiva del imputado y se encuentra a la espera de la decisión del juez interviniente.

A su vez, se continúa con el análisis del material incautado, particularmente los teléfonos móviles, que podrían aportar información clave sobre la red de contactos del detenido y permitir nuevas actuaciones en la causa.

Por último, la droga fue enviada al laboratorio forense para su pesaje y análisis químico, mientras que el dinero quedó a disposición de la Justicia hasta tanto se determine su origen y destino. En cuanto a las armas secuestradas, fueron enviadas a balística para verificar si están vinculadas a otros hechos delictivos.

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