A 3 días de haber comenzado el 2018, una ola de aumentos y despidos se posiciona en el centro de la escena. Las subas en el transporte público, peajes, luz, nafta, gas, celulares y prepagas preocupan a los consumidores, en coincidencia con el rápido aumento del dólar que impulsa los precios en alza. En este escenario, el gremio de trabajadores estatales ATE denuncia 1200 despidos en lo que va de 2018 y señala “un vaciamiento del patrimonio del Estado nacional”.

Pasó el año electoral, donde los cambios graduales son ley, y dio paso a un 2018 que recibió a los trabajadores con nuevos aumentos y despidos en el Estado. En la misma semana que fue anunciada una nueva baja de retenciones para los productores de soja (que implica una quita para el estado de 20.000 millones de pesos), las nuevas reglas de juego comenzaron a hacerse visibles para los sectores más vulnerables de la sociedad, cuyo bolsillo se ve afectado por cada uno de los aumentos y la inestabilidad del sistema laboral.

Pasó el año electoral, donde los cambios graduales son ley, y dio paso a un 2018 que recibió a los trabajadores con nuevos aumentos y despidos en el Estado.

Hoy fue anunciado el aumento en las tarifas del transporte público en una conferencia de prensa del ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich. Según el nuevo esquema se planean subas en colectivos, subtes y trenes de hasta un 33%, con nuevos aumentos progresivos planificados para el resto de la primera mitad del año. Para reducir el impacto sobre el trabajador que necesita combinar múltiples medios de transporte para llegar a su puesto de trabajo, se anunció la creación de la “Red SUBE”, que permite reducir el importe de los boletos que se combinan dentro de un período de dos horas. Según afirmó el ministro, “desde junio el colectivo valdrá $10 y el subte $12,50”.

 

A los aumentos en el transporte público se le suman los de los servicios, que continúan en alza desde diciembre. Se esperan subas en la electricidad de un 24%, en el gas de un 40% y en el servicio de agua en un 30%, sin contemplan el futuro ajuste por inflación. A su vez, aumentarán los peajes en la Ciudad de Buenos Aires entre un 36 y un 83% y la nafta entre un 5 y un 7%, después de haber aumentado 28% durante el año 2017. Las prestadoras privadas de medicina prepaga y telefonía celular también anunciaron subas para los primeros meses del 2018.

El principal problema de los aumentos es que se enfrenta a un contexto de inestabilidad laboral e incertidumbre para los sectores de menores recursos, como los jubilados y los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo, que sufrieron un recorte tras la reforma previsional aprobada en diciembre por la Cámara de Diputados en medio de una fuerte oposición de la sociedad. Según confirmó el gremio de estatales ATE, hubo 1200 despidos en los primeros 3 días del año. Por esta razón han decidido convocar a un paro nacional para el jueves 4 de enero, junto con una movilización al Ministerio de Modernización para exigir “el cese inmediato de los despidos y la posibilidad de constituir una mesa de discusión para revisar los despidos realizados e impedir los que hubieran estado programados”.

Al momento se han registrado trabajadores despedidos en las dependencias de Fabricaciones Militares, el SENASA, el Ministerio de Modernización, ENaCom, Radio Nacional, Ministerio de Defensa y empleados municipales, a los que se suman los reclamos de los científicos del CONICET que no fueron incluidos como becarios debido a los recortes al plan Argentina 2020. El recorte en los puestos de trabajo estatales otorga el marco de ajuste necesario para las empresas para no dudar a la hora de reducir su personal. En una situación de incertidumbre laboral y aumento de tarifas, los trabajadores son quienes pagan lo más duro del cambio.

Posted in Sin categoría

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *