En definitiva e inmediatamente después de la protesta de las asociaciones educativas de la Ciudad de Buenos Aires, el Gobierno porteño resolvió anular la resolución que vetaba el “Plan de Estudios Comercial Nocturno”, lo que involucraba que no se anotarían alumnos de primer año de 2019 en las escuelas nocturnas, aunque sí se admitiría concluir sus estudios a quienes cursaban.
Los docentes agremiados creyeron que el fallo del Ministerio de Educación que acarrea Soledad Acuña presumía el cierre de 14 escuelas, pero desde la Ciudad replicaron que se alternaba de la baja de un plan de estudios desactualizado y poco seleccionado por los alumnos.
La resolución, rubricada por Soledad Acuña, depone la resolución 4055/2018. También, asevera en uno de sus artículos que “las acciones desarrolladas en el marco de la transformación educativa en ningún modo conllevan el cierre de establecimientos educativos”, al tiempo que convoca a una “mesa de trabajo” para trasladar los cambios a partir de 2020.
El problema por las escuelas comerciales nocturnas se instruyó el 14 de diciembre, cuando el GCBA legalizó la resolución 4055 que creaba la interrupción de esos colegios. La explicación oficial fue que la oferta educativa de los comerciales nocturno perdió vigencia y los estudiantes tienen otras elecciones renovadas en el distrito, que les aproximan los instrumentos que precisan para enfrentar los nuevos retos del mundo laboral”. Añadieron, ya en ese entonces, que “ningún edificio escolar sería cerrando” y que, por la escasez de docentes en la Ciudad, “ninguno se quedaría sin trabajo”.