La Policía de la Ciudad llevó a cabo un allanamiento en un inmueble del barrio de Flores, donde se descubrió un criadero ilegal de perros de la raza Caniche Toy. Durante el procedimiento, se rescataron 57 ejemplares que se encontraban hacinados y en condiciones precarias tanto de salud como de habitabilidad.

El operativo fue realizado por personal de la División Delitos Ambientales, en colaboración con la Dirección General de Control Ambiental (DGCONTA). La orden de allanamiento fue emitida por el Juzgado de Primera Instancia en lo Penal y Contravencional y de Faltas N°5, bajo la supervisión de la Dra. Botana y la Secretaría del Dr. Bessi. El procedimiento se llevó a cabo en un domicilio ubicado en la calle Arrotea al 600, en el barrio de Flores, luego de una denuncia que alertaba sobre la existencia de un criadero ilegal donde los animales eran mantenidos en condiciones inadecuadas para ser comercializados.

Una vez en el lugar, los oficiales se encontraron con la dueña de la vivienda y su hijo, quienes, al ser informados del motivo del operativo, accedieron a permitir el ingreso a la propiedad.

Durante el allanamiento, fueron rescatados 57 perros de la raza Caniche Toy, tanto adultos como cachorros, todos ellos viviendo en condiciones insalubres, sin acceso adecuado a agua, alimento ni vacunas. Además, se encontraron 10 jaulas y 5 bolsones de comida, lo que confirmó la existencia de un criadero ilegal y la actividad ilícita que se llevaba a cabo en el lugar.

Tras consultar con la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), encabezada por el Dr. Rolero Santurián y la Secretaría del Dr. Ricardo Bomparola, se decidió imputar a los responsables por la infracción a la Ley 14.346 (Ley de Protección contra el Maltrato Animal). También se ordenó un relevamiento de los perros rescatados, que serán entregados a una ONG para su reubicación. Además de los elementos mencionados, se incautó el teléfono celular de la propietaria.

Es importante señalar que durante el operativo estuvieron presentes miembros de la División Canes, del CIJ, médicos veterinarios de APRA, integrantes de la ONG rescatista y personal del SAME, que asistió a la mujer por una crisis nerviosa que sufrió durante el procedimiento, sin necesidad de trasladarla.

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