
El próximo 18 de abril de 2025, la Avenida de Mayo se transformará en el escenario de una de las expresiones más representativas de la fe católica porteña: el Viacrucis de la Ciudad, presidido por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva. La Vicaría de Pastoral del arzobispado convoca a toda la comunidad a participar de este emotivo recorrido, llevando consigo una vela con tulipa, símbolo de luz y esperanza.
Como cada año, los fieles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se reunirán para conmemorar uno de los pasajes más significativos de la Semana Santa: el camino de Jesús hacia su crucifixión. Esta procesión se llevará a cabo a partir de las 20 horas, recorriendo los tramos más simbólicos de la Avenida de Mayo hasta llegar a la Catedral Metropolitana, ubicada frente a la histórica Plaza de Mayo, donde se concluirá con una conmovedora ceremonia final.
En este marco, la invitación está abierta a todas las personas, sin importar su edad o condición, a sumarse a esta experiencia de introspección, espiritualidad y comunidad. El Viacrucis de la Ciudad, que desde hace años forma parte del calendario litúrgico porteño, busca generar un espacio de reflexión colectiva sobre el sacrificio y la redención de Cristo, al tiempo que invita a renovar el compromiso con los valores del Evangelio.
A lo largo del recorrido, los participantes revivirán simbólicamente las distintas estaciones del Viacrucis, desde el juicio de Jesús hasta su muerte en la cruz. El punto de partida será la intersección entre Avenida de Mayo y Bernardo de Irigoyen, una zona neurálgica del centro porteño que será cerrada al tránsito para garantizar el normal desarrollo de la procesión. A medida que la columna de fieles avance, se cruzarán con edificios históricos y monumentos representativos, lo que añade una dimensión cultural y patrimonial al evento religioso.
Este año, la procesión contará con la guía espiritual de monseñor Jorge García Cuerva, quien desde su designación en 2022 ha mostrado una fuerte vocación pastoral, especialmente orientada a los sectores más vulnerables. Su presencia al frente del Viacrucis será, sin duda, un momento cargado de simbolismo y cercanía para los creyentes, que verán en él una figura de contención y acompañamiento espiritual.
Asimismo, desde la Vicaría de Pastoral se hizo especial hincapié en la importancia de que los asistentes lleven una vela con tulipa, no solo como un gesto de fe, sino también como un signo visual que unirá a los presentes a lo largo de todo el trayecto. Este elemento encenderá literalmente el camino de los fieles, creando un clima de recogimiento, solemnidad y unión. Al mismo tiempo, se destaca la intención de cuidar el entorno, promoviendo un uso responsable y simbólico de la luz.
En paralelo, la organización alentó a la ciudadanía a difundir la convocatoria mediante redes sociales, con el objetivo de alcanzar a un público más amplio y fomentar la participación no solo dentro de la Ciudad, sino también en otras regiones del país. En un contexto donde lo digital ocupa un rol central en la vida cotidiana, se busca aprovechar estas plataformas para amplificar el mensaje de fe y comunidad.
Cabe destacar que este evento tiene un valor especial para muchos porteños, no solo por su dimensión religiosa, sino también por su historia reciente. Durante años, el entonces arzobispo Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco, participó activamente del Viacrucis porteño, dejando una huella imborrable entre los fieles. Su cercanía con esta celebración continúa siendo un motivo de orgullo y conexión espiritual para quienes cada año renuevan su fe en este acto litúrgico.
En definitiva, el Viacrucis del Viernes Santo en Buenos Aires no solo representa una manifestación de religiosidad popular, sino también una oportunidad para que la comunidad se reúna en torno a valores como la solidaridad, la esperanza y la paz. Un momento único para detenerse, reflexionar y caminar juntos bajo la luz de la fe.