El Polaco y Tito engañaban principalmente a jubilados para robarles su dinero. Tras una intensa investigación de la Policía de la Ciudad fueron detenidos en el barrio de Villa Santa Rita.
Dos hombres fueron detenidos en las últimas horas por la Policía de la Ciudad acusados de engañar y golpear a una jubilada a la que le robaron 50 mil dólares mediante el “Cuento del Tío”. El hecho fue en enero y la investigación demando seis meses.
A mediados de enero, una jubilada de 75 años fue engañada por dos hombres quienes le hicieron creer que se avecinaba un nuevo corralito bancario y que debía sacar el dinero del banco.
Los delincuentes se hicieron pasar por un familiar y le explicaron el riesgo que corría de perder sus ahorros y que ellos tenían contacto con entidades bancarias nacionales y en el exterior y que podían ayudarla para que no perdiera sus ahorros.
Una vez convencida la víctima, le informaron que pasaría por su domicilio en el barrio de Belgrano, un empleado de dicho banco para retirar la suma de dinero y resguardar sus bienes.
En este caso, la persona engañada, sospechó que podría tratarse de una estafa y se negó a entregarle el botín de 50 mil dólares al individuo que se apersonó en su casa.
Ante esta situación el delincuente se violentó e intentó arrancarle el bolso. Luego de un brutal forcejeo, la señora cayó al piso gravemente herida y allí el estafador aprovechó para huir con el efectivo junto a su cómplice, cruzando en rojo en un esquina y casi chocando con otros automovilistas.
Personal de la División Defraudaciones y Estafas de la Policía de la Ciudad tomó intervención a pedido de la justicia y comenzó una serie de pesquisas con el objetivo de dar con el paradero de los criminales.
Así las cosas, después de varios meses de investigación lograron identificar a El Polaco y Tito, dos jóvenes gitanos que se dedicaban a este tipo de actividad y eran vecinos del barrio Villa Santa Rita.
Durante los operativos se secuestraron tres vehículos de alta gama: un Audi TT, un Volkswagen Sirocco y una camioneta Ranger. También elementos utilizados para cometer estafas como teléfonos celulares, computadoras, chips telefónicos y bases de datos con información personal de las potenciales víctimas.
El hecho quedó caratulado como “estafa seguida de robo y lesiones”.