29/4/2017

El incipiente primer paseo comercial donde se trasladó a los manteros de Once que invadían la vía pública marcha desde hoy en un cobertizo en Balvanera, en el que se colocaron 280 puestos para los proveedores que se empadronaron ante el Gobierno de la Ciudad y ultimaron el curso que dictó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Está situado frente a una de las salidas adyacentes de la estación de trenes de Once, en la calle Perón.

El “Paseo Comercial Balvanera”, que demandó una inversión de 3 millones de pesos, se inició el lunes pasado pero hoy entabló con la venta al público con 280 puestos, a los que añadirán en la próxima semana 76 vendedores del viejo predio de la calle Perón, manteros que tenían ocupadas las veredas de la avenida Avellaneda en Flores.
Trabaja de lunes a sábados de 9 a 19.

“Voy a vender menos que en la calle, pero la ubicación es buena”, dijo Mariana, que vende ropa femenina, y reconoció que “hasta ahora no vendí casi nada” porque a la nueva feria “le falta publicidad”.
Luciana, que vende agregados para celulares, se expuso en la misma línea y testificó que el predio es “lindo”. Aseveró que resta que la gente que circula por la zona registre el lugar.
“Precisamos difusión, nos estamos instaurando con los demás vendedores para hacer folletos y repartirlos en la Estación Once”, ilustró la vendedora y refirió que “no hubo problemas” entre los manteros como la asignación de los puestos, que miden entre 1,5 a 2 metros de largo por 1,5 metros de ancho, se realizó por sorteo.

Los puesteros han de comprar mercadería de manera legal y se les consentirá vender indumentaria, calzado, marroquinería, librería, bijouterie, juguetería, accesorios para celulares y artículos de kiosco.

También, están prohibidas las prendas de ropa que violen la ley de marcas, alimentos y géneros de salud o de cosmética.

“Nos van a obligar a emitir facturas pero todavía no pudimos inscribirnos en el monotributo”, afirmó Mariana y expuso que el gobierno porteño les dará un mes para reglar la situación a cada vendedor con el monotributo social, que sale 208 pesos por mes, para que puedan conceder tickets a los compradores.

“Viene bien el paseo, falta arreglar las paredes y poner enchufes”, reconoció Miguel, vendedor de ropa masculina, aunque alegó que los mismos vendedores obligaron al gobierno porteño para mudarse lo antes posible a los predios para poder recomenzar a vender, ya que desde enero, no pudieron trabajar, y tuvieron que “mantenerse con el subsidio” de 22.000 pesos en cuatro cuotas que depositaron las autoridades porteñas en las cajas de ahorro que les abrieron en el Banco Ciudad a los vendedores.

“La gente quería laburar”, afirmó Miguel y subrayó que el curso de CAME fue “bueno” porque los asistentes asimilaron “a cómo tratar a los clientes y sobre marketing”.

“Ya no tenemos frío ni peligro en la calle, tenía muchos riesgos con los autos”, dijo Francisco, vendedor de joggings, y explicó que “la gente está recién conociendo el terreno pero aquí los precios son muy buenos”.

“Posiblemente no vendamos más, pero me siento mejor acá adentro, no tengo que pagar a la policía para que no me retenga la mercadería”.

Casi 900 manteros y vendedores ambulantes cumplieron el programa de aprendizaje en destrezas y oficios que dictó la CAME y que constituyó parte del acuerdo para el traslado de la venta callejera en la veredas de Once a los paseos.

El otro predio que se abrirá el viernes es el “Paseo Comercial Miserere”, situado en La Rioja 70, el más grande de los tres, con 444 puestos en 2700 m2 fraccionados en dos pisos. Este predio demandó la mayor inversión de 20 millones de pesos para el compromiso de limpieza de chatarra, fachadas, soldaduras, sanitarios, mampostería, instalaciones contra incendios, pintura, instalación eléctrica y renovación de las cortinas metálicas.

El último galpón, el “Paso Comercial Yrigoyen”, dispuesto en Hipólito Yrigoyen 2.900, es el más chico y aún sigue en obra, pero proyecta alojar a 95 locales en sus 700 m2.  A partir de la expulsión de los manteros, el gobierno de la ciudad puso en marcha el proyecto “Once Peatonal”, que se realiza en la zona el enterramiento de cables, el establecimiento de un programa de la difusión y marquesinas, la reconversión a luminarias LED, la reparación de veredas y la peatonalización y extensión de esquinas y veredas.

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