Una dealer del Barrio Zavaleta, conocida como “La Peque” fue condenada por la Justicia de la Ciudad a 11 años de prisión luego de ser detenida meses atrás en un importante operativo desplegado por la Policía de la Ciudad.

“Once años es una condena ejemplar de la Justicia de la Ciudad, producto de una investigación sumamente profesional de la Policía de la Ciudad, que logró poner  de manifiesto que el narcomenudeo también es un delito complejo, y no porque su venta sea menor, es menos relevante en términos de la construcción del poder criminal”, explicó el ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro.

En ese sentido, D’Alessandro afirmó que “el plan integral que llevamos adelante en la Ciudad no sólo apunta a secuestrar droga, se enfoca en desarmar todo un entramado donde narcomenudistas, como la mencionada, alteraban la dinámica natural del barrio con proyección de ascenso en la cadena del narcocrimen”.

La investigación en el caso fue llevada adelante por la División Operaciones Zona Sur de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico y Venta Ilegal de Drogas de la Policía de la Ciudad,  que además de detenerla le incautó dosis de pasta base, cocaína y marihuana en un búnker que tenía una conexión interna con su domicilio.

Al momento de la detención, se descubrió que “La Peque” poseía una tobillera electrónica en el marco de una causa por “comercio de estupefacientes”.

Por disposición judicial, el búnker en el que operaba “La Peque” fue tapiado por personal del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), cerrándose así una boca de expendio de estupefacientes de la zona.

La Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Delitos vinculados a Estupefacientes, a cargo de la fiscal Cecilia Amil Martín, logró la pena de 11 años de prisión para la dealer,  una mujer  que ya había sido condenada por venta de estupefacientes y se encontraba cumpliendo  prisión domiciliaria, y pese a ello, siguió vendiendo paco, marihuana y cocaína, desde un kiosco ubicado en el barrio 21 24 de Zavaleta.

A raíz de esas condenas anteriores,  se le unificó la condena en 11 años de prisión, anteviniendo en el caso el Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas 14, a cargo del Dr. Gonzalo Viña.

El caso se inició a raíz de la denuncia de un vecino y la fiscal Amil Martín encomendó la realización de tareas de campo a la División Operaciones Sur de la Policía de la Ciudad.

A raíz de la investigación se pudo constatar que la mujer vendía drogas a través de un kiosco ubicado en uno de los pasillos del barrio, y que usaba un domicilio cercano como lugar de guarda de la droga.

Los investigadores de la Policía de la Ciudad pudieron comprobar movimientos entre techos de las dos viviendas, como así también circulación de personas, intercambiando envoltorios plásticos, además de la presencia de “soldaditos” que guiaban a los compradores como alertaban a los narcos.

En el último allanamiento se secuestraron 245 gramos de cocaína, 143 de pasta base y 165 de marihuana.

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