La Policía de la Ciudad detuvo a dos mujeres que se encargaban de la comercialización de drogas en distintos puntos del Barrio Zavaleta y secuestró gran cantidad de dosis de estupefacientes y armas.
Además, por ordenanza judicial se dispuso el tapiado de un búnker, en el que operaba “La Peque”, quien contaba con una tobillera electrónica dispuesta en el marco de una causa por “comercio de estupefacientes”.
Los procedimientos fueron realizados por las Divisiones Operaciones Norte y Sur, correspondientes al Departamento de Narcocriminalidad de la Policía de la Ciudad, luego de llevar adelante tareas investigativas ordenadas por la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Delitos Vinculados con Estupefacientes (UFEIDE), a cargo de la doctora Cecilia Amil Martín.
“Una vez más estamos cumpliendo esta política de Estado que tenemos en el Ministerio, que es la lucha irrestricta contra el narcotráfico, en este caso en el Barrio Zavaleta, donde estamos cerrando el búnker número 38. Cientos de dosis fueron decomisadas y hubo personas detenidas. Luego de tres meses de investigación se pudo detener a quienes vendían esta basura que tanto daño le hace a la sociedad. Así que estoy muy contento de seguir avanzando en esta lucha”, comentó el ministro de Justicia y Seguridad, Marcelo D’Alessandro.
Por su parte, el director General de Seguridad Comunal e Investigación Criminal de la Secretaría de Justicia y Seguridad, Maximiliano Piñeiro, señaló: “El trabajo fue llevado adelante por la Dirección de Drogas de la Policía de la Ciudad. Nos llevó bastante tiempo porque es muy complejo trabajar en los barrios y detectar los lugares de venta. Trabajamos mucho en colaboración con los vecinos, que son los preocupados por la existencia de estos búnkerers y además confían en la Policía, participan con nosotros y tomamos mucha información de ahí”.
“Quiero destacar el apoyo de la Unidad Fiscal Especializada en Drogas de la Ciudad, es fundamental para nuestro trabajo. Seguimos avanzando estratégicamente con un plan trazado para todo lo que resta del año para avanzar en los barrios”, agregó Piñeiro.
La investigación
Por un lado, a raíz de la denuncia de varios vecinos sobre la venta de drogas en la Manzana 19, comenzaron los trabajos de campo para comprobar los hechos relatados por las personas del lugar.
Después de tres meses de investigación, personal de la División Operaciones Zona Sur identificó a la imputada, que vendía dosis de pasta base, cocaína y marihuana en un búnker que tenía una conexión interna con su domicilio.
Debido a pruebas fílmicas, fotográficas y testimonios, el Ministerio Público solicitó las órdenes de allanamientos, en los que se detuvo a “La Peque” y se le pudo incautar gran cantidad de pasta base, cocaína, marihuana, teléfonos celulares, balanzas de precisión y anotaciones de las ventas diarias.
Al momento de la detención, se determinó que “La Peque” poseía una tobillera electrónica en el marco de una causa por “comercio de estupefacientes”.
Por disposición judicial, el búnker fue tapiado por personal del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), cerrándose así una boca de expendio de estupefacientes de la zona.
Por su parte, personal de la División Operaciones Norte fue anoticiado meses atrás durante un procedimiento en la zona, que en dos propiedades de la Manzana 25 del Barrio Zavaleta, una mujer de nacionalidad peruana estaba vendiendo droga y que además realizaba actos de la religión Umbanda.
En consecuencia, se dio inmediata intervención a la UFEIDE, que ordenó que se lleven adelante tareas investigativas en ambos domicilios.
Luego de recabar información y contundentes pruebas, el Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas Número 14 ordenó los allanamientos en las dos viviendas. En una de ellas se detuvo a “Luisa” y se le secuestraron un trozo de ladrillo de marihuana, 31 cubos de la misma sustancia, con un peso estimado de 1.033 kilogramos, 2 cuchillas con restos de sustancia vegetal, una tabla de madera, 2 cartuchos a bala, 3 teléfonos celulares, recortes varios de nylon de color negro, 497 envoltorios de cocaína, con un peso estimado de 224 gramos y 132 envoltorios de marihuana (183 gramos).
En tanto, en la segunda vivienda, que se utilizaba como centro de acopio para mover la mercadería, no se encontraron personas, pero se hallaron 400 gramos de marihuana, 5 gramos de cocaína, 4 panes de marihuana (4 kiogramos), 100 envoltorios de cocaína, 180 dosis de marihuana, una pistola Bersa Thunder 9 milímetros con su cañón preparado para agregarle un silenciador. Por medio de una consulta a la ANMAC, se verificó que la pistola cuenta con pedido de secuestro del 16 de octubre de 2020.
El magistrado avaló lo actuado y las dos detenidas quedaron a disposición de la Justicia por infracción a la Ley de Drogas 23.737.