Los alumnos de la ciudad que concurran a clases presenciales y a actividades educativas no escolares presenciales conseguirán usar el transporte público. Lo harán solos o junto con un asistente. Habrá que sacar un permiso, anterior a la carga de los datos de su tarjeta Sube. El acompañante también deberá sacar su permiso para viajar.
Dicha medida es para alumnos y alumnas de escuelas públicas y privadas.
Asimismo se excluye de la proscripción del uso del servicio público de transporte de pasajeros urbano, interurbano e interjurisdiccional a los alumnos que concurran a clases presenciales y a actividades educativas que requieran de su presencia.
El ministerio de Educación de la Ciudad plantea a la colectividad educativa volver a tomar algunas prontitudes presenciales en las escuelas. En la primera etapa se cita a los/as alumnos/as de 6 año de las escuelas técnicas; en una segunda, a los/as estudiantes de 5.° año de escuelas medias; y en la tercera, a los chicos y las chicas de 7.° grado de primaria. La intervención será voluntaria para los niños y las niñas y jóvenes.
Los colegios de gestión privada alcanzan a sumarse a esta decisión para los mismos años y grados.
La reintegración a las actividades presenciales se ejecutará de manera gradual y cada escuela establecerá la frecuencia y duración de las actividades. Cada grupo de 10 personas, corresponderá asistir entre 2 a 4 veces por período en turnos de 1 a 4 horas, prediciendo media hora para la limpieza y asepsia entre cada turno.
Así se ayudará el encuentro, la socialización y el aprendizaje comunitario, fundamentando la presencialidad indefectible para fortificar y beneficiar el cierre de los caminos escolares.