Por quinta vez en lo que va del año, la Ciudad recupera el Cabildo tras las pintadas realizadas el pasado jueves 1º de agosto, durante una movilización realizada en la zona.
El área vandalizada alcanzó unos 1282 mts2 y recuperarla le cuesta hoy al Gobierno porteño $270.500.
Para dejarlo nuevamente en condiciones, desde muy temprano trabaja una cuadrilla removiendo el material con el que dañaron la fachada.
El procedimiento hoy es más rápido y sencillo gracias a que, desde hace aproximadamente dos años, el Gobierno porteño a través del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, ejecuta un plan antigrafiti que evita tener que volver a pintar cada vez que ocurren hechos similares en edificios de las características de El Cabildo.
El plan consiste en la colocación mensual de una película protectora en las fachadas de los edificios históricos más importantes, que impiden que los aerosoles penetren en los poros de la pintura. De esa manera, se prescinde del uso de la hidrolavadora, que no es adecuada para este tipo de construcciones ya que erosiona al cemento, y evita tener que volver a pintar toda la estructura. En cambio, requiere utilizar un removedor especial para quitar el aerosol.
Este año, la Ciudad también debió realizar estos trabajos el 6, el 8 y el 24 de marzo y el 24 de mayo.