
Después de tres meses de trabajo, la Ciudad de Buenos Aires concluyó la reducción de nueve obradores pertenecientes al soterramiento del ferrocarril Sarmiento, que permanecían en desuso en los barrios de Flores, Floresta, Villa Luro y Liniers.
La iniciativa forma parte de una decisión política del Gobierno porteño orientada a ordenar el espacio público, mejorar la seguridad urbana y recuperar calles y veredas para los vecinos. El plan responde a un reclamo sostenido de la comunidad, que desde hace años pedía intervenir estos sectores abandonados, convertidos en focos de deterioro, inseguridad e higiene deficiente.
Recuperación de espacio y mejora en la circulación
Los obradores intervenidos estaban distribuidos a lo largo de la traza del tren Sarmiento dentro del territorio porteño y, desde la paralización de las obras, presentaban vallados en mal estado y estructuras deterioradas. Al ocupar parte del espacio público, generaban obstáculos en la circulación peatonal y vehicular, además de afectar la visibilidad y el paisaje urbano.
Con la reducción de los perímetros de obra, la Ciudad logró recuperar calles y veredas, mejorar la iluminación, facilitar el tránsito diario y reforzar la seguridad en las zonas aledañas.
“El objetivo es devolverle a los vecinos espacios limpios, accesibles y ordenados, garantizando una mejor integración del entorno urbano”, explicaron desde el Ministerio de Infraestructura porteño.
Reducción del 50% y nuevo sistema de vallado
Los equipos técnicos trabajaron para disminuir hasta un 50% la superficie ocupada por cada uno de los nueve obradores, acercando los vallados a los bordes de las excavaciones. Además, se reemplazaron las viejas chapas metálicas que impedían la visibilidad por enrejados nuevos, que permiten ver de un lado al otro de la calle, reforzando así la seguridad peatonal y vehicular.
El operativo también incluyó tareas de limpieza, reacondicionamiento del entorno y desobstrucción de veredas, con el objetivo de mejorar la conectividad y recuperar la estética urbana de los barrios afectados.
Reclamos vecinales y contexto de la obra
Los vecinos de Flores, Floresta, Villa Luro y Liniers venían manifestando su preocupación por el abandono de los obradores, que acumulaban basura, maleza y estructuras oxidadas. La intervención del Gobierno porteño permitió dar respuesta a una demanda histórica, sumando orden y seguridad a una zona con alta circulación.
Cabe recordar que la obra del soterramiento del Sarmiento —una de las más ambiciosas en materia ferroviaria— se encuentra paralizada desde 2019 y fue oficialmente cancelada por el Gobierno Nacional en las últimas semanas.
Dado que se trata de una obra bajo jurisdicción nacional, la Ciudad no puede avanzar con el cierre definitivo de los obradores, aunque sí tiene la facultad de reducir su impacto sobre el espacio público y garantizar condiciones seguras en los sectores que los rodean.
Una Ciudad más limpia, visible y segura
Con la finalización de esta etapa, el Gobierno porteño reafirma su compromiso de recuperar el espacio público para el uso ciudadano, priorizando la limpieza, la movilidad y la seguridad en los barrios.
La reducción de los obradores del Sarmiento se suma a otras acciones impulsadas por la Ciudad para optimizar el entorno urbano, entre ellas la puesta en valor de corredores ferroviarios, la reapertura de calles históricamente cerradas y la mejora integral de veredas y luminarias.
De esta forma, las zonas afectadas por el proyecto inconcluso del soterramiento comienzan a recuperar su fisonomía original, brindando más orden, visibilidad y seguridad a los vecinos del oeste porteño.