Mi Diego no era como el que ves en la televisión, mi Diego hizo buscar a mis viejos una banderita de Argentina mas de 20 cuadras conmigo en andas cuando ganamos el mundial del 86, mi Diego era el que me hacia sentir orgullo de haber nacido en este País y de ser Argentina.

Mi Diego se equivocó mil veces, pero… como no se iba a equivocar, aunque era D10S en la tierra era mas humano que cualquiera, el amaba a su madre y de Fiorito llegó a lo mas alto del mundo.

Mi Diego le daba esperanzas al pueblo que como yo, sufrimos cada tropezón como uno nuestro o peor, mi Diego fue el que hizo que los pibes que volvieron de las Malvinas se volvieran visibles en una sociedad que estaba dormida.

Mi Diego era mi unico idolo, con el se fue mi infancia, ese sentimiento tan grande que me unia con mis viejos, aun mas que la sangre.

Mi Diego juraba por Dalma y Giannina, era idolo de Boca pero tenia al Sur de Italia rendido a sus pies.

Mi Diego me enseño que se puede, que uno se puede equivocar y que la grandeza está en reconocerlo. Mi diego me dio un mundial y casi otro, me dio algo que nadie mas me va a dar, ver transpirar la camiseta con amor, lo busco cada vez que sale la selección a la cancha, no lo encontré nunca mas.

Mi Diego era Peronista y Bostero, amaba a Fidel y a Chavez, se enfrentó con la FIFA, con Grondona y con Macri, mi D10S era del pueblo, algo que muchos hizo que lo odiaran y a otros nos llenaba de orgullo.

Mi Diego no era un jugador de futbol, mi Diego era alguien de mi familia, con sus defectos y sus virtudes, por eso hoy me cuesta decirte chau, hasta luego, la vida es solo un rato y por lo menos para mi, en mi cielo perfecto, mi Diego, me va a estar esperando.

Chau Diego, mi Ídolo, mi familia, mi D10S.

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