14-7-2017

 

Las calles o espacios públicos a veces tienen nombres de dudoso merecimiento. No es el caso de la Plaza Giordano Bruno del barrio de Caballito.

Es que Giordano Bruno fue un personaje muy especial, un libre pensador, un hombre inquieto que fue víctima de la inquisición por sus ideas contrarias a la Iglesia.

Como Copérnico, Bruno pensaba que la tierra no era el centro del universo. Pero fue más allá. Él sostenía que vivimos en un universo infinito lleno de diferentes mundos en los que viven seres como nosotros que podrían rendirles culto a su propio Dios.

Éstas y muchas otras ideas de carácter revolucionario  eran las que defendía. No es extraño que en el contexto de la inquisición haya tenido el final que tuvo.

En el año 1600 al escuchar la sentencia que lo llevaba a la hoguera les dijo a sus verdugos: “El miedo que sentís al imponerme esta sentencia tal vez sea mayor que el que siento yo al aceptarla”.

Por eso parece justo que la plaza ubicada entre las vías del Ferrocarril Sarmiento y las calles Rojas, Giordano Bruno, Neuquén, Parral y Bacacay fuera bautizada en el año 2003 con el nombre del librepensador italiano.

En 2008 el espacio público creado en  el año 2000 fue reinaugurado incorporándose una nueva superficie cercana a las vías con canchas de fútbol y pádel, calesita y juegos infantiles. El espíritu de libertad de Giordano Bruno sobrevuela por allí.

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